Estamos ante un fenómeno de salud pública sin precedentes y requerimos de manera urgente que los líderes de los países se pongan las pilas en la activación económica y social.

Es hora de dejar la política y es hora de trabar hacia el mismo sentido.
Estamos ante un fenómeno de salud pública sin precedentes y requerimos de manera urgente que los líderes de los países se pongan las pilas en la activación económica y social. En México todavía tenemos líderes políticos que priorizan la agenda política sobre la sobre la precaria situación pública en la que se encuentra el país.
Si bien es cierto México lleva años sin lograr transformar su modus operandi y dejar atrás viejas costumbres que hacen que todas las buenas intenciones, los grandes proyectos, los excelentes líderes se pierdan en la bruma de la corrupción, de la delincuencia, de la falta de valores, del desinterés social por exigir que los líderes del pueblo se comprometan a realizar un cambio de fondo y llevar al país a nuevos esquemas panoramas, que hagan justicia a la bella nación en dónde nos tocó nacer.
Hoy hace un buen día para pedirle al Presidente actual de nuestro México lindo y querido, que se ponga las pilas, que deje de estar pensando en la venta del avión presidencial, en si lo van a reelegir o no, en si lo van destituir o no. Hoy estamos en tiempos donde ya no se vale jugar a ser político, ya no se vale anteponer los intereses de absolutamente nadie. Hoy es un día perfecto para que el trabajo para el que fue electo, se realice a 300%, el mundo esta girando a una velocidad impresionante, y urge que al que le tocó la banda presidencial, recuerde que no se gobierna para la izquierda, para la derecha, para Morena o para el PAN. Ya se acabó el tiempo de estar reclamando el pasado triste y de quien lo lideró antes. Es hora señor Presidente que gobierne para México, para llevar a este país a la tierra prometida. No me importa su partido, ni el de ningún otro, no es de mi interés si su ideología es de izquierda o de derecha; pero lo que definitivamente si me importa es que este barco llamado México y en los seis años que le tocaron a usted, lo haga con honor, sin presunción, sin tendencia, sin burla, con firmeza, intención y acciones concretas donde prevalezca el partido llamado México.
La salud pública y sus fenómenos, nos están dando una clase sin precedentes de lo que hacemos y de lo que dejamos de hacer.
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